La terapia se puede trabajar de ambas formas. En algunos casos la persona llega sola a consulta con lo cual el abordaje se hace basado en mejorar su bienestar sexual. En otras situaciones es la pareja quien acude con lo cual se va trabajando a la par.

Terapia Individual

La sexualidad se vive de muchas formas, sin embargo el vivir con malestar, miedo, angustia y con la imposibilidad de poder compartir o ser entendido es una situación que se puede trabajar en consulta. En este sentido la terapia individual va orientada en principio a disminuir el malestar provocado por la situación motivo de consulta, así como generar una ruta de tratamiento enfocada en la resolución del conflicto. 

A la par se va trabajando en generar un comportamiento más adaptativo en pro de su sensación de bienestar general aprendiendo estrategias y herramientas así como a ir desaprendiendo patrones de comportamiento negativo. 

Terapia en pareja

Los problemas sexuales pueden surgir por la interacción inadecuada de la pareja, basada en errores de concepto, creencias erróneas, y falta de habilidades de comunicación. Pero a su vez los problemas de parejas originan, mantienen y perpetúan los problemas sexuales. Por esta razón es fundamental identificar cómo se origina el conflicto sexual, los factores que mantienen y por ende la manera en la cual se puede empezar. A veces se puede empezar por el problema sexual y en otras ocasiones tras la evaluación se les indica terapia de pareja o se remite a terapia psicológica o interconsulta a psiquiatría. La evaluación es de una manera integral. Hay problemas como la eyaculación precoz que si bien es un problema individual, este afecta a la pareja con lo cual si la pareja se involucra en el proceso terapéutico, el resultado es un aumento de satisfacción en los dos miembros de la pareja, además de mayor conexión emocional y un camino de redescubrir formas de placer sexual.

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